viernes, 17 de abril de 2009

Ella


La comparaban con una dama de suburbios o una mujer de ligas inmersa en calles de terciopelo. No encajaba ni aquí, ni allí. Claro que no, ella no se conformaba con un lugar en concreto, un pensamiento firme o un amante duradero.
Era de esa clase de personas, esas que prefieren correr el riesgo de no atar el cordón de su zapato por si se pierden el misterio tras esa muchedumbre de inquietantes curiosos.


…y toda la dulzura que faltaba en su vida, se la echaba en el café.

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